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Correo de la biblioteca: bibliocaletin@gmail.com

jueves, 27 de enero de 2022

SEGUIMOS VIVIENDO LOS LIBROS

Y mirad con qué felicidad enseñan los libros los niños y niñas de sexto:


Porque estamos disfrutando de la lectura. Nos gustan los libros y los compartimos con l@s compis.

Venga, animaros a compartir vuestros libros con todo el cole.

Para las mamás y papás, comentaros que el sábado hay un homenaje a la escritora Almudena Grandes, recientemente fallecida y muy vinculada a Rota, en el Parque Genovés. Aquí tenéis el cartel:


Y seguimos con nuestras historias. Hoy, de la web https://www.mundoprimaria.com/


La leyenda del queso

Cuenta una antigua leyenda que un día, hace cientos de años, un pastor tuvo la necesidad de hacer un viaje a través del desierto, a lomos de su viejo camello.

Tenía por delante varias horas de camino, así que para no pasar hambre guardó algunos alimentos en un saco, y para no pasar sed, metió leche recién ordeñada de sus ovejas en un recipiente fabricado con tripa de animal.

 Partió temprano, justo antes del amanecer. A esa hora todavía hacía fresco, pero a media mañana el sol del desierto se volvió abrasador. El pastor, agobiado por el calor, pensó que si no bebía un poco se iba a desmayar. Cogió el recipiente que contenía la leche y cuando fue a tomarla ¡se quedó de piedra! Debido a las altas temperaturas la leche se había cuajado, es decir, se había transformado en una pasta blanca muy espesa.

 A pesar de todo la probó y le pareció que estaba deliciosa. Por pura casualidad acababa de descubrir un producto nunca visto hasta ese momento, pero que seguro que tú conoces muy bien: el queso.

 






jueves, 20 de enero de 2022

LOS LIBROS DE REYES

La semana pasada os pedíamos que nos enseñarais mediante fotos los libros que os habían traído los Reyes.

En la clase de 6º los trajeron el viernes pasado y se hicieron una foto:


Todos los viernes, en sexto, se dedican a enseñar a sus compis los libros que están leyendo, los comentan y los animan a que los lean.

Esperamos los libros de otros cursos. Esperamos vuestras fotos.

Aquí tenéis una nueva fábula sacada de la web https://www.mundoprimaria.com/

La leyenda de la araña

 

Adaptación de una antigua leyenda quechua

 

La princesa Uru era la heredera al trono del Imperio Inca. Su padre la adoraba y deseaba que en un futuro, cuando él dejara de ser rey, ella se convirtiera en una gobernante justa y querida por su pueblo. Por esta noble causa se había esmerado en educarla de forma exquisita desde el día de su nacimiento, siempre rodeada de los mejores maestros y asesores de la ciudad.

Desgraciadamente la muchacha no era consciente de quién era ni de lo que se esperaba de ella. Le daban igual los estudios y no le importaba nada seguir siendo una ignorante. Lo único que le gustaba holgazanear y vestirse con elegantes vestidos que resaltaran su belleza.

Por si esto fuera poco tenía muy mal carácter y se pasaba el día mangoneando a todo el mundo. Si no conseguía lo que quería perdía los nervios y se comportaba como una joven malcriada y déspota que pasaba por encima de todo aquel que le llevara la contraria. Así eran las cosas el día en que su padre el rey falleció y no tuvo más remedio que ocupar su lugar en el trono.

Los primeros días la nueva reina puso cierto interés en escuchar a sus ayudantes y actuó con responsabilidad, pero una semana después estaba más que aburrida de dirigir el imperio. Harta de reuniones y de tomar decisiones importantes, comenzó a comportarse como  verdaderamente era: una mujer frívola que solo rendía cuentas ante ella misma.

Una mañana, de muy malos modos, se plantó ante sus secretarios.

– ¡Todo esto me da igual! Yo no quiero pasarme el día dirigiendo este imperio ¡Es el trabajo más aburrido del mundo! Yo he nacido para viajar, lucir hermosos  vestidos y asistir a fiestas ¡De los asuntos de estado que se preocupe otro porque yo lo dejo!

Fueron muchos los que intentaron hacerla entrar en razón, entre ellos el consejero real.

– Señora, eso no es posible… ¡Usted debe comportarse como una reina madura y  responsable! ¿Acaso no se da cuenta de que su pueblo la necesita? ¡No puede abandonar sus tareas de gobierno!

La reina Uru se giró apretando los puños y sus ojos se llenaron de rabia.

– ¡A todos los que estáis aquí os digo que sois unos insolentes! ¡¿Cómo osáis cuestionar mi decisión?! ¡Yo soy la reina y hago lo que me da la gana!

Estaba tan enloquecida que en un arrebato cogió un cinturón de cuero y lo blandió en el aire con furia.

– ¡Quiero que os tumbéis boca abajo  porque voy a azotaros uno a uno! … ¡He dicho que todos al suelo!

El salón se quedó completamente mudo. El consejero y los ayudantes de la reina sintieron un escalofrío de terror, pero ninguno se atrevió a desobedecer la orden. Lentamente se arrodillaron y se dejaron caer sobre el pecho.

La reina apretó los dientes y  levantó el brazo derecho, pero cuando estaba a punto de proceder, se quedó completamente paralizada como una estatua.

– ¡¿Pero qué demonios me está pasando?!  ¡No puedo bajar el brazo! ¡No puedo moverme!

Todos los presentes se miraron unos a otros sin saber qué hacer, pero su sorpresa fue aún mayor cuando, sobre sus cabezas, apareció una majestuosa diosa cubierta con un manto de oro.

La divinidad permaneció unos segundos suspendida en el aire y fue descendiendo levemente hasta posarse frente a la paralizada reina Uru. Ante el asombro de los que estaban allí, habló. Sus palabras fueron demoledoras.

– ¡Eres una mujer malvada y egoísta!  En vez de gobernar el reino con sabiduría y bondad prefieres humillar a tus súbditos y tratarlos con desprecio. A partir de ahora perderás tu belleza y todos los privilegios que posees ¡Te aseguro que  sabrás lo que es trabajar sin descanso por toda la eternidad!

El suelo tembló y alrededor de la reina se formó una gran nube de humo gris. Cuando el humo se evaporó, en su lugar apareció una araña negra y peluda ¡La diosa había convertido a Uru en un arácnido feo y repugnante!

Uru no pudo protestar ni quejarse de su nueva condición. Su única opción fue echar a correr por los baldosines del palacio para no morir aplastada de un pisotón. Para su fortuna consiguió ocultarse en un rincón y, como todas las arañas, empezó a fabricar una tela con su propio hilo.

Cuenta la leyenda que, aunque han pasado varios siglos, Uru todavía habita en algún lugar del palacio imperial. Hay quien incluso asegura que la ha visto tejer sin parar mientras contempla con tristeza cómo la vida sigue su curso en el que un día muy lejano, fue su hogar.

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Y otra cosita:

 



jueves, 13 de enero de 2022

DE VUELTA

Ya estamos de vuelta de las vacaciones y esperamos que los Reyes os trajeran algún que otro libro. Si es así...

¡NOS ALEGRAMOS!

Y nos gustaría que nos mandaras fotos con tus libros nuevos. Si no quieres aparecer en la foto, solo de tus libros nuevos. O incluso nos los escribes, simplemente.


Por otro lado, este año, el Centro Andaluz de las Letras lo dedica a homenajear a la escritora FERNÁN CABALLERO (1796-1877), que en realidad se llamaba Cecilia Bohl de Faber. Ella nació en Suiza pero con dos años se vino a vivir a Cádiz por el trabajo de su padre.

Cuentos y Otros textos de Fernán Caballero – Ciudad Seva - Luis López Nieves

La Gaviota : Caballero, Fernan: Amazon.es: Libros

Si te atreves, nos envías un dibujo de una gaviota para homenajearla tú también.

Lo publicaremos.

 

Ahora una leyenda búlgara. Si tú tienes otra historia chula, nos la puedes enviar.

 Leyenda Sol Nunca Casado

¿Por qué el sol nunca se ha casado?

Hace miles y miles de años, el sol, aburrido de vivir sin compañía, decidió casarse. La hora de formar una familia y sentar la cabeza había llegado y para celebrarlo organizó una fiesta multitudinaria a la que invitó a los animales de la tierra.

¡La idea entusiasmó a todos! La hormiguita, el elefante, la ballena… ¡Ningún animal quería faltar a la cita y corrieron a ponerse guapos para ser los primeros en llegar!

Bueno, esto no es del todo cierto… Hubo uno que en cuanto se enteró de la noticia salió pitando a esconderse bajo su cama muerto de miedo. Se trataba de pequeño erizo blanco de hocico marrón.

Sus vecinos, indignados y bastante sorprendidos por su actitud, fueron en su busca para convencerlo de que no podía hacerle ese feo al gran sol.

La rana le dijo:

– Amigo, tienes que ir a la boda  ¡El sol te ha invitado y no puedes faltar!

El tigre también le instigó:

– El sol se pondrá muy triste si no vas. Vivimos gracias a la luz y al calor que nos da ¡No acudir a su enlace es de muy mala educación!

Los conejos, las cebras, los buitres… Todos se acercaron a hablar con el erizo testarudo que, ante tanta insistencia, aceptó.

– ¡Vale, vale, dejadme en paz! ¡Os prometo que iré!

Antes de formalizar el casamiento tuvo lugar el banquete nupcial que el sol había organizado con mucha ilusión. Los animales fueron llegando y, emocionados,  se sentaron a la mesa  para degustar deliciosas viandas y los mejores vinos del mundo.

El sol estaba, nunca mejor dicho, radiante, y los invitados parecían disfrutar de lo lindo. El único que seguía compungido era el erizo, que no quiso probar ni una miga de pan. De hecho, nada más llegar, corrió a un rincón y pensando que nadie lo veía, se puso a roer una piedra.

El novio, que estaba muy atento a todo, se dio cuenta y se acercó a él.

– Amigo erizo  ¿puedo saber qué haces ahí solito comiendo una piedra? He mandado preparar una comida riquísima para todos vosotros y no entiendo por qué no participas de mi fiesta con todos los demás ¿Hay algo que no es de tu agrado?

El erizo dejó de mordisquear el guijarro y le miró con carita pesarosa.

–  Señor, perdone, pero es que le confieso que estoy preocupadísimo.

El sol puso cara de sorpresa.

– Vaya… ¿Y por qué estás preocupado?

El animalito habló con mucha sinceridad.

– Es que desde que anunció su boda no dejo de pensar en las consecuencias. Usted nos da calor, un calor maravilloso para vivir en la tierra, pero si se casa y tiene varios hijos soles, moriremos abrasados ¡Los seres vivos del planeta tierra no podremos soportar el calor de varios soles a la vez! No crecerá la hierba y los árboles se secarán. También se evaporarán los ríos, los mares… y nuestro hermoso planeta se convertirá en un desierto.

Entonces, el erizo bajó la cabecita apenado y masculló:

– Por eso como piedras, para ir acostumbrándome a lo que me espera si es que logro sobrevivir.

El sol se quedó callado y absorto en sus pensamientos. El erizo tenía mucha razón y le hacía  replantearse su decisión ¡No podía arriesgarse a destruir tanta vida y tanta belleza!

Caminó hasta colocarse en medio del banquete, dio una palmada para pedir silencio y habló ante todos los congregados.

– Quiero deciros algo muy importante. He tenido una conversación con mi amigo el erizo y acabo de decidir que ya no voy a casarme ¡La boda queda anulada!

El silencio se apoderó de la sala. Todos los animales mostraron una gran tristeza y algunos demasiado sensibles, como los gatitos y los cervatillos, comenzaron a llorar.

El sol, muy seguro del paso que había dado, continuó su discurso.

– Sé que os entristece, pero pensadlo bien: sería peligroso para todos vosotros que yo me casara y tuviera varios hijos, pues la luz y el calor que desprenderíamos sería incompatible con la vida en la Tierra. Creedme que es lo mejor para todos ¡Doy por terminada la celebración! Por favor, regresen a sus hogares.

Todos los presentes, que se lo estaban pasando fenomenal, miraron al erizo con odio ¡Por su culpa se habían quedado sin la mejor fiesta de su vida!

La fauna al completo se levantó para darle su merecido por traidor, pero el erizo, que de tonto no tenía un pelo, se ocultó y nadie consiguió encontrarlo. Tras dos horas de infortunada búsqueda, las especies abandonaron el lugar y se fueron a dormir a sus casas.

Cuando ya no quedaba ni un alma en el salón, el erizo salió de su escondite y se topó de frente con el sol.

– Me temo que tus amigos están enfadados contigo, pero yo te estoy muy agradecido por el buen consejo que me diste. Voy a regalarte algo que te vendrá muy bien a partir de ahora ¡Toma, póntelas, a ver qué tal te sientan!

El sol le entregó unas púas largas y afiladas para colocar sobre la espalda.

– Cuando alguien se meta contigo ya no necesitarás ocultarte;  podrás enroscarte formando  un ovillo y las púas te protegerán.

– Muchas gracias, es un regalo maravilloso ¡Hasta pronto, señor!

El erizo regresó a su casa sintiéndose más guapo y sobre todo, más seguro. Desde ese día, como bien sabes, luce un cuerpo lleno de pinchos.

El sol, por su parte, continuó con su vida en soledad hasta hoy, pero jamás se arrepintió de haber tomado aquella inteligente y generosa decisión.